jueves, 14 de octubre de 2010

Cuadri se reivindica en Zaragoza con un corridón de toros



Así ha sido. Un corridón de toros. Se le podrá decir lo que se quiera. Que desigual, que eran sobreros de no sé dónde, que algunos tenían casi seis años, que eran todos bizcos, que eran bastorros. Que sí, es verdad; pero también es verdad que ha sido un corridón de toros: Noble y bueno por los dos pitones el primero, con las mismas condiciones el segundo aunque muy parado; nobilísimo y casi dócil el tercero y humillando mucho aunque blandito; de buena condición el cuarto aunque salía del muletazo con la cara alta; bueno, cuajado y con ganas de pelea el gran quinto y reservón y exigente el complicado sexto. Corrida que ha entretenido al espectador. Difícil en banderillas, cortando y echando la cara arriba. Hoy no se han abierto las bocas (para bostezar digo). Había toros...y toreros que se han puesto delante, de los que los apuntan a las corridas de Cuadri, de los desheredados del toreo. Dicen que especialistas en encierros duros y es mentira. Torean lo que les dejan los de arriba. Torean estas corridas porque desean vestirse de toreros y porque se quieren llevar un dinero para su casa. Porque también tienen sus familias. Pero no son especialistas de nada sino toreros que por las razones que sea no están en la estratosfera taurina y no se encierran con Cuvillos ni Victorianos del Río. Les imponen los Cuadri. Ellos no eligen. Cuadri sí o sí. Y así pasa lo que pasa, que Rafaelillo no se podía creer que estaba ante un toro bravo y sólo ha sido capaz de instrumentarle a su primero medios muletazos por ambos pitones sin apreturas mientras el toro humillaba una barbaridad. Mata de una estocada enhebrada y tiene el feo detalle de no extraer el estoque y montar otra vez la tizona, sino que descabella tras varias intentonas. Al cuarto no termina de verlo. Pega muchos pases de uno en uno, cortándole el viaje y sin terminar de estar a gusto. Aburrido de su matador se echa el toro que morirá de entera arriba y dos golpes de verduguillo. Respetuoso silencio en ambos.

López Chaves ha permitido que le dieran las del pulpo a su primero en varas. Complicado en banderillas ha tenido que sacar pecho Arruga pues a su compañero no le llegaba la ropa al cuerpo. La embestida en la muleta es cansina después del desaguisado ante la caballería por lo cual la infantería no corre. Pinchazo y bajonazo del salmantino. En el quinto López Chaves también ordena que se emplee el del jaco. Para cargárselo. Pero el toro en la muleta es muy bravo y se quiere comer la franela. Había que poderle y el torero no lo consigue. Le pierde pases cuando el toro pide guerra. No es López Chaves aquel jabato que cayó herido en este mismo ruedo por ponerle las peras al cuarto a uno de Cebada Gago. Exige el Cuadri y no encuentra torero, que además mata muy mal. Silencio y pitos tras aviso.

Javier Castaño se encuentra con un noble animal que se deja media funda cornea en la contera de un burladero buscando al peón que se movía tras las maderas. En el caballo se emplea el piquero y tras los palos se desmontera David Adalid. Toda una proeza ante estos toros. Con la muleta Castaño torea a placer. Casi de salón. Como se sueña que embista un toro cuando se quiere ser torero. El bruto desparramaba nobleza y su oponente en lugar de torear decide pegarse un arrimón que sobraba pues le corta el viaje cuando el animal demandaba muleta. Al final pinchazo, entera atravesada y tendida más un descabello. El sexto se pone complicado en banderillas y Daniel de María es prendido sin consecuencias. El toro exige mucho y el torero esconde la muleta y no se pone donde embisten los toros. Acaba su labor de atravesada que asoma y varios descabellos. En su haber anotamos Ovación y silencio.

Al final los aficionados a la fiesta, que hay muchos de aquí y otros que vienen de fuera, hemos podido debatir sobre lo acontecido en el ruedo largo y tendido. Y es que cuando hay toro...

2 comentarios:

  1. Paco, lo de la proeza de David Adalid con los palos, no se si lo dices con segundas. Si bien la ejecución fue buena, recuerda que entró a parear por el pitón que no tenía.

    Totalmente de acuerdo con tu mensaje, cuando hay toro, hay interés.

    Que las dos que faltan, sean como mínimo como esta. Saludos

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  2. David: Digo en serio lo de Adalid, no me acordaba de lo del pitón, pero esos toros eran muy difíciles de banderillear. A ver si hay suerte con las dos que quedan, y está bien el torero para el que pedías justicia, Serafín Marín. Saludos, Paco.

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