sábado, 15 de diciembre de 2012

La plaza de los toros en el urbanismo de La Almunia de Doña Godina


Al igual que ocurre con otras muchas localidades, y así lo constatamos en Ibdes, La Almunia de Doña Godina tiene una plaza en el casco antiguo que mantiene todavía hoy el nombre de Plaza de los Toros, para que no se equivoque nadie, pues en ella se vienen celebrando festejos taurinos con reses bravas desde antaño. El espacio es amplio, circundado de casas palaciegas con el clásico mirador de arcos doblados de estilo aragonés y edificios con solanares que nos hacen viajar hacia atrás en el tiempo.
Desde antiguo se acondiciona el piso y se colocan barreras muy a la valenciana, circundando el perímetro, con barrotes verticales que permiten el paso de los corredores pero no el de los animales que son corridos y de esta manera burlados.

En La Almunia se sueltan vaquillas que son recortadas a cuerpo limpio, como seguramente hicieran Martincho o el Licenciado de Falces, allá por el siglo XVIII; se les hace el Don Tancredo o el salto del Ángel y también se suelta un toro de ronda por la noche, por lo que en la localidad nos encontramos con cuadrillas de emboladores que practican esta suerte, fuera incluso de su municipio, por lo que el juego con toros en su estado más primitivo no es ajeno al sentimiento popular del lugar; pero el toreo serio tampoco lo es, como dejaría claro en su día Domingo Ruiz "Dominguín de Zaragoza" natural de La Almunia, donde nació en el año 1896.
 Este torero se presentó en Zaragoza un 14 de julio de 1918 para enfrentarse a novillos de López de Letona. No logró el triunfo en su carrera, en parte por su baja estatura, y se hizo banderillero; actuando mucho con Lázaro Obón, el torero de Azuara. Tras llevar varios años vistiendo el terno de plata, decidió lanzarse de espontáneo en Barcelona a un novillo de Palha en agosto de 1926, no logrando nada más que una gran voltereta.
Todavía en 1947 se sigue acartelando en festejos menores, por lo que el 13 de octubre de ese año actuará en la inauguración de la plaza de toros de Cella (Teruel), ubicada en las proximidades de la Fuente siguiendo la carretera hacia Monterde de Albarracín, construida a "concejada" por los hijos del pueblo. Esa tarde, con novillos de Araúz de Robles, actuaron los hermanos José y Benito Carceller (posteriormente asesores taurinos de la Presidencia en plazas de Aragón y La Rioja), acompañados de Joaquín Valentín y Domingo Ruiz "Dominguín" que no llegó a figura pero ahí estuvo y por eso nos acordamos de él al hablar de su pueblo, esa antigua almunia de Doña Goda, de fértil huerta y rica fruta, que entre sus espacios urbanos principales cuenta con una Plaza de los Toros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario