lunes, 28 de enero de 2013

JESULÍN DE UBRIQUE CONTRATADO PARA ATECA


Ignacio Ríos, empresario de la plaza, para conmemorar su quinto aniversario como gestor del octogonal coso, ha decido apostar fuerte y contratar a un matador de toros mediático como es el de Ubrique para el domingo, día 8 de septiembre.

De momento no han trascendido ni compañeros de cartel ni ganadería, pero lo que está fuera de dudas es que el gaditano será un revulsivo para la afición de Ateca, y así lo espera el empresario, que año tras año va dando pasos firmes en su programación. Con esta contratación Ríos deja poco margen a la improvisación y ya va cerrando los carteles de sus plazas. A ver si cunde el ejemplo

sábado, 19 de enero de 2013

Alcorisa prepara sus actos taurinos


Dentro de la XXXIV Semana Cultural de Alcorisa, que se está celebrando entre los días 18 a 27 de enero y que organiza el ayuntamiento que preside Julia Vicente Lapuente, se han incluido los actos de contenido taurino que planifica la Peña de la localidad que dirige José Vicente Ferrer, los cuales tendrán lugar el próximo sábado 26 de enero en el Centro Cultural "Valero Lecha" con el siguiente programa:

19 h. Entrega de Premios del Concurso de dibujo escolar taurino a los ganadores y visita de la exposición realizada con las mejores obras de los jóvenes artistas.

19,30 h. Charla sobre "El toreo en Aragón", que contará con la presencia del matador de toros Tomás Campuzano, María José Cabezas, confeccionista de capotes con clientes como Morante y Manzanares, e Isabel Sauco, informadora taurina de Aragón TV.
Al finalizar el acto se llevará a cabo una degustación gratuita de banderillas organizada por la Peña Taurina de Alcorisa y a continuación cena de socios en homenaje al desaparecido Luis Mata en los salones del restaurante Caracas. Quien se quiera inscribir puede hacerlo en el teléfono 654 133 966 hasta el jueves 24 y preguntar por Pepe Vicente Lapuente. El precio es de 25 euros.

jueves, 17 de enero de 2013

SEROLO debería dar la cara en Zaragoza

No nos puede tener así. Son ya varias las semanas con la espada de Damocles sobre el pescuezo y el taurineo aragonés está más que desorientado puesto que la empresa arrendadora del coso de la calle de Gómez Salvo no dice "ni mú". Y ante esta situación, el personal se desbarata, se lanza al mundo de las quinielas, las hipótesis y probabilidades varias, pues quien más quien menos conoce a un político provincial, a un banquero o al camarero/a del restaurante donde come la empresa.
Aquí hay un problema. Y serio, pues la Diputación de Zaragoza, propietaria del coso, acordó en sesión plenaria el inicio del procedimiento para la resolución del contrato de arrendamiento de la plaza de toros de la Misericordia que se firmó el 15 de marzo de 2012 entre la mencionada institución y la empresa Serolo por incumplimiento del pago del canon contractual estipulado en el contrato. De esta manera ha comenzado el trámite de desahucio en el juzgado con petición de indemnización de daños y perjuicios derivados de dicho incumplimiento.
Ahora el rodillo se ha puesto en funcionamiento y la maquinaria de los funcionarios, aún sin la paga extra, no parará si alguien no aprieta el botón de PAUSE, y ese alguien debería ser SEROLO y no la DPZ. Pero ¿Se sabe lo que piensa Serolo al respecto aparte de interponer una demanda contra la Diputación de Zaragoza al considerar que la decisión de la institución provincial es improcedente? Esa es la cuestión a dilucidar, pero de momento lo que debería hacer la empresa es convocar una rueda de prensa para cristalinizar la situación que ha creado y, ante los expertos acreditados -de aquí mismo, no hace falta que mande las notas de prensa a Madrid-, explicar cómo le fue el 2012 en Zaragoza, cómo están sus pagos con respecto al canon de arrendamiento y en qué situación se encuentra el personal de la plaza. Y lo que es más importante manifestar claramente si va a pagar a DPZ lo que debe y así parar el desahucio o no hacer nada, rezar y continuar hacia adelante, programar la temporada y que el juez les pueda decir que con todo contratado debían dejar La Misericordia. Porque, si así fuese, cómo se quedaban ellos con todo contratado y cómo se quedaba Zaragoza con una plaza sin empresario y la temporada comenzada.Y, además, alguien ha pensado quien se puede sacar el abono con una empresa que no paga y que además se puede ir de la noche a la mañana si así lo decide un juez. De locos. Entretanto Serolo dice que la temporada empezará en marzo y terminará en octubre, que en el primer ciclo programarán dos corridas de toros, una de rejones y cuatro novilladas, y que la corrida concurso se celebrará en marzo y la de rejones más el otro festejo mayor en abril. ¿De verdad es cierto?

sábado, 5 de enero de 2013

Plaza de toros "La dula", en Villarroya de la Sierra


A menudo un topónimo delata un origen, y eso es exactamente lo que ocurre en Villarroya de la Sierra con su plaza de toros, ya que una dula o adula era antiguamente un espacio comunal donde se guardaban los ganados, caballares especialmente, de todos los vecinos del municipio para que pastasen y, por tanto, el dulero o adulero era quien se encargaba de su custodia, lo que se hacía por turno gratuito entre los propietarios de los animales o, si era de manera profesional, con cargo a los anteriores. Así pues, esa dula antigua serviría como lugar para correr reses bravas en fiestas y posteriormente ha quedado con esa única encomienda, convirtiéndose en un espacio intraurbano peculiar y único.
En la actualidad, Villarroya de la Sierra cuenta con una activa y numerosa peña taurina que dinamiza y fomenta la afición a los toros, denominada El Salcedo, tomando el nombre del paraje enclavado en la Sierra de la Virgen, dónde existían, antes de la repoblación forestal de los años cincuenta del siglo XX, amplias dehesas para pastos de ganado vacuno.
Y una de las actividades iniciales de la peña fue acondicionar la plaza de toros, con obras de ampliación del graderío antiguo, compartimentación y manejabilidad del corral, burladeros y otras dependencias, quedando un cuadrilátero de aproximadamente 25 metros de lado, delimitado por una serie de corrales para los animales, en su mayor parte sin cubrir, adosados a la muralla de tapial y a un talud natural en el que se practicó un graderío de obra, quedando inmerso el conjunto entre viviendas y corrales.

Según nos cuenta Alejandro Rincón en su obra "UNA TARDE DE TOROS EN VILLARROYA DE LA SIERRA", en los años centrales del siglo XX, la organización de los espectáculos taurinos durante las ferias corría generalmente a cargo de un ‘apoderado’ que alquilaba la plaza al ayuntamiento, cobraba la correspondiente entrada y presentaba una serie de actuaciones cómico-taurino-musicales como, por ejemplo, La Revoltosa que corría por muchas plazas de Aragón.


 
Otras veces, el espectáculo era más sencillo, con la actuación de algún novillero seguido de vaquillas para la población; y en alguna ocasión se organizaron festivales benéficos como en 1942, a beneficio del Santuario de la Virgen de la Sierra, en el que actuó, el entonces famoso matador de toros Jaime Noaín, casado con una villarroyense, creando una expectación sin precedentes, uun torero que tomó la alternativa en Bilbao con un toro de Miura de manos de Nicanor Villalta.

Como los festejos se celebraban en torno a las cinco de la tarde, después de comer se iba accediendo a la plaza, entre otras cosas, a ‘coger sitio’. Aparte de la zona de gradas, los vecinos se acomodaban en los entablados sobre los corrales por familias o grupos con sus conocidos e invitados, de pie, sentados o llevándose cada cual su silla. Las autoridades, las ‘manolas’, la banda de música y demás invitados del concejo lo hacían en el espacio reservado de las primeras filas del graderío y el resto por los burladeros de la plaza.
Al ser los espectáculos de pago, los que no pasaban por taquilla los veían un poco más alejados, bien desde el castillo cercano, en los cerros próximos o desde los tejados y tapias del caserío circundante, lo que siempre se ha llamado en el argot taurino "el tendido de los sastres".

En los prolegómenos del espectáculo hacía su aparición en la plaza ‘La Veterana’ -como popularmente se denominaba a la banda de música local, fundada en 1845-, y más correctamente la Unión Musical Villarroyense, que hacía un pasacalles con sus habituales pasodobles.

Poco después, la entrada de las mulillas constituía un momento muy especial. La cuadrilla de jóvenes encargada de su preparación, siempre dirigida por algún mayor, experto en el tema, se tenía a gala presentar a los animales -que llamaban la atención en la comarca- según cuentan, de la mejor forma posible, tanto con unas caballerías, en número de tres, que se esquilaban al efecto recortando en el pelo de las ancas diversos dibujos geométricos y expresivas alusiones; así como con unos arreos de guarnicionería y collerones campanilleros bien relucientes con mantas morellanas de colores en los lomos.

Tras el tiro de mulillas desfilaba la carroza de la reina de las fiestas y sus tres damas de honor ataviadas con sus mejores galas: peineta, mantilla española y abanico en mano, seguidas del torero y su cuadrilla.
A continuación se procedía al despeje de la plaza que corría a cargo de un buen jinete de la localidad o del
entorno, vestido adecuadamente y provisto de sombrero de ala ancha, el cual entraba espoleando un caballo, debidamente aderezado para la ocasión, dando una serie de vueltas a la plaza a toda velocidad. En una de ellas el presidente del festejo le echaba las llaves del corral, las cuales debía recoger, sombrero en mano, sin que se le cayesen al suelo para lucimiento de su actuación y así merecer el aplauso del público.

Según cuenta Francisco Serón en "MIS RECUERDOS DE VILLARROYA DE LA SIERRA DEL AÑO 67", toreros conocidos como MELCHOR SORIA y  EL BALA actuaron allí, siendo una persona muy conocida en el ambiente de los toros el tío PIQUETES, que se cuidaba de abrir los toriles.
Al respecto me contó mi amigo Manuel Gutiérrez "Chuleva", de Calatayud, que vestido de luces un día como sobresaliente en Villarroya y pensando no actuar, se pegó una enorme comilona de garbanzos antes del festejo. El problema llegó cuando le dijo el alcalde que tenía que torear, ya que a la jindama propia se unió el hartazón de legumbres, lo que le provocó un mareo que no le libró de ponerse delante con vaya usted a saber el resultado.

También eran espectáculo por aquel entonces los encierros, ya que antiguamente traían a los toros con los mansos por los caminos, cruzando El Vergal, por lo que cuadrillas de jóvenes se desplazaban hasta allí para ver si los localizaban. A veces los traían por la mañana y la plaza se llenaba para ver cómo eran introducidos en los corrales. Tarea peligrosa, pues un año se escapó un toro tras romper la puerta y arrolló a una persona.
Pero Villarroya, a pesar de su gran afición, no tiene toreros ni los ha tenido entre sus hijos del pueblo como ocurre en poblaciones tan próximas como Cervera, Jarque o Aranda, pero ya hemos visto que la Peña Taurina "El Salcedo" es muy activa. La fundó Francisco Gimeno y ahora es presidida por Modesto García. Realizan muchas actividades a lo largo de todo el año, charlas, comidas, visitas a ganaderías y en agosto de 2011 se inauguró una exposición de dibujos, obra del arquitecto Alejandro Rincón, que versaba sobre la historia de Plaza de Toros, con el patrocinio del Ayuntamiento. La muestra constituía una aproximación de lo que pudo ser la implantación y el devenir de la Plaza de Toros a través de unos textos de carácter histórico-urbanístico y de una serie de documentación gráfica que atendía a tres etapas: La primera, previa a conformarse la plaza, cuando Villarroya era un núcleo habitado cerrado, compacto y defendido por alta muralla. En segundo lugar se trataba de la formación de la plaza de toros una vez que se superó el recinto amurallado, posiblemente a comienzos del siglo XVII y, por último, la plaza actual en los comienzos del siglo XXI, tras las obras de remozado, ampliación del graderío y formación de toriles.
Sobre la plaza de toros y la gente de Villarroya merece la pena ver el siguiente reportaje: