Abría plaza Rafaelillo, al que hemos visto como con ganas de terminar pronto. Ante el primero, que tenía pocas opciones, no ha estado por la labor y con el cuarto, sin verlo del todo claro, ha logrado algún natural suelto, pasando por Zaragoza de puntillas.
Rafael de Julia había dejado buen sabor de boca en su actuación del mes de abril en La Misericordia, y se ha ido a esperar a su primero a portagayola, demostrando ganas de agradar, dejando algún detalle de su concepto artístico en la faena de muleta, lo que no ha podido refrendar con el quinto, que no humillaba. Además ha matado muy mal a sus dos enemigos, cotizando hoy un tanto a la baja en Zaragoza.
El mejor parado de la tarde ha sido Gómez del Pilar, que ha demostrado su disposición al recibir de rodillas a sus dos toros. Se ha justificado con el flojo tercero y al torazo que hacía sexto lo ha recibido también de rodillas en el inicio de la faena de muleta. Muy vibrante. En su labor ha habido emoción en principio, pero los pases salían de uno en uno. El toro era mansote y no terminaba de humillar, mientras que el torero se iba entregando, dentro de unos límites, hilvanando una faena a la que le ha faltado estructura, orden y convicción, aún reconociéndole el mérito de estar delante de un toro de casi 700 kgs y cinco años.
Al final el público, que ha estado muy a favor de los toreros, le ha pedido la oreja al torero que el presidente, a mi juicio con buen criterio, no ha concedido.
FICHA: Con menos de ¼ del aforo vendido se han lidiado 6 toros cinqueños de Peñajara, bien presentados pero de escaso juego: Sin fuerza en la muleta los cuatro primeros mientras que 5º y 6º, con 640 y 681 kgs respectivamente, han sido exigentes y sin humillar, resultando con poder 4º y 6º, que han derribado en el caballo.
Rafaelillo: Silencio y Ovación.
Rafael de Julia: Ovación tras aviso y Silencio tras aviso.
Gómez del Pilar: Ovación y Vuelta tras aviso con petición.
Las cuadrillas: Tras parear al 3º se han desmonterado Raúl Cervantes y Miguel Ángel de la Sierra.
Incidencias: El picador Juan José Esquivel ha sido derribado por el 4º permaneciendo a merced del astado al quedar una pierna atrapada debajo del caballo, protagonizando momentos de angustia.
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